¡París mon amour! La metrópolis del Sena tiene muchas caras: es la ciudad del amor, un icono de la moda y un templo del arte y la cultura al mismo tiempo. Descubre las múltiples facetas y el encanto de esta palpitante ciudad en una apasionante viaje a París. Con nuestras ofertas únicas de hoteles en París podrás descubrir todas sus maravillas ocultas.
La ciudad de París está en constante cambio y se caracteriza sobre todo por sus contrastes. Por un lado, están los grandes bulevares, como los Campos Elíseos, con sus elegantes tiendas y restaurantes, y por otro, las numerosas callejuelas con tiendas ocultas, anticuarios y cafés.
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Podríamos dar infinitos motivos para visitar París, desde tener la oportunidad de admirar el monumento más visitado del mundo, la Torre Eiffel, deslumbrarte con el arte del museo más famoso del mundo, El Louvre, admirar una de las catedrales góticas más bonitas del mundo, Notre Dame, o ¿quizá disfrutar de un espectáculo en el cabaret más famoso del mundo, el Moulin Rouge?
¿Quién no sueña con un viaje a la capital francesa? La torre Eiffel, la Catedral de Notre Dame y la Basílica del Sacré Coeur son algunos de los lugares imprescindibles que tienes que ver en París, aunque la lista podría llegar a ser interminable.
Desde Travelcircus te recomendamos 15 lugares que tienes que ver durante tu viaje a París:
Un paseo por el Sena, disfrutar de la vista desde la Torre Eiffel o la colina del Sacré-Coeur o sumergirte en el mundo mágico de Disneyland Paris son lugares imprescindibles que ver en París.
Se dice que Francia es la cuna de la alta gastronomía. En París puedes degustar una exquisita cocina en restaurantes exclusivos. Pero no solo eso, también puedes disfrutar de muchas especialidades a un precio asequible para todos los bolsillos en bistrots, pequeñas tiendas y mercadillos en la calle.
Además la gastronomía francesa fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco en el año 2010.
Aquí te daremos unos consejos sobre qué comer en París.
Una vez que estás en la capital francesa tienes que probar su gastronomía mundialmente conocida.
La traducción al castellano sería algo así como “Seór Crujiente” y posiblemente el sándwich más popular de París. Está elaborado con pan de molde, jamón cocido, mucho queso y una salsa muy parecida a la Bechamel. Una vez que el sándwich está montado, o bien se pasa a la plancha o por el horno. Normalmente se sirve gratinado.
Aunque en España también comemos caracoles, en Francia se preparan de una manera muy diferente. Este plato de la región de Borgoña se prepara con una salsa de mantequilla, ajo y perejil, que se pone en cada orificio del caracol.
Ratatouille, Pisto o Samfaina. Todos parecidos pero diferentes. Los ingredientes de la versión francesa son tomate, ajo, pimientos, cebolla, calabacín y berenjenas. La gran diferencia con la samfaina catalana es que los franceses aromatizan el plato con hierbas como tomillo, romero, orégano y estragon. Además hay un consenso de las verduras se deben preparar por separado para preservar todo su sabor y que no se junte entre sí.
Es un plato emblemático de la cocina francesa por el que todavía se discute la región de procedencia. La leyenda dice que la receta es originaria de un Chef de Julio César que quiso ofrecerle un homenaje por la conquista de la Galia. Es un estofado de gallo elaborado con mucho vino que primero se marina y después se flamea y acaba cogiendo un toque dulce después de cocer por dos horas. Se pueden añadir zanahorias, cebolletas o champiñones.
Originaria de la región de Lorena, al noreste de Francia, es una receta que ha traspasado fronteras y que muchos países copian está sabrosa receta. En un principio, el relleno dela quiche era de huevos y crema de leche o nada. Fué en el siglo XIX que se le añadieron nuevos ingredientes como tacos de panceta que caracterizan la quiche lorraine de hoy en día.
Antes de organizar tu viaje debes tener en cuenta que el clima en París es cambiante e impredecible, pero aún así es posible un viaje a París durante las cuatro estaciones del año.
En función de tus gustos dependerá la elección de tu viaje a París.
Si prefieres temperaturas más frías y un tiempo lluvioso, molesto pero a la vez romántico, el invierno es la estación ideal para tu viaje a París. Si quieres ver la ciudad renacer, ver los árboles en flor y los días más largos, la primavera es tu estación. Si te gusta el calor, sentarte en una terraza a tomar una cerveza fría y hacer picnics en los parques, el verano es el momento indicado. Por último, si prefieres ver la caída de la hoja, los parques llenos de los colores del fuego, temperaturas suaves, lluvias esporádicas y sentirte como un poeta, el otoño es la estación ideal para tu viaje a París.